domingo, 6 de marzo de 2011

Terror y Pavor.

De unas semanas para acá he tenido en la cabeza una idea acerca de dos interpretaciones de un mismo personaje que no he tenido tiempo para poner por aquí hasta ahora. Lo interesante acerca de ello es que son como variaciones sobre un mismo tema musical, ambas apropiadas y válidas pero que despiertan sensaciones diferentes. Me refiero a las dos versiones de el Joker, la de Jack Nicholson en el Batman de Tim Burton de 1989 y la de Heath Ledger en el Caballero Oscuro de 2008.

Las diferencias son claras: el Joker de Nicholson toma la mayor parte de sus manerismos, no sólo su estética, de ese otro Joker tan pop de César Romero en la serie de los años sesenta. A la vez, la violencia de la película de Burton era más explícita y clara que en la serie, que no dejaba de ser un producto para audiencia infantil televisiva con insinuaciones y dobles sentidos para los adultos que captaban el surrealismo y dadaismo implícito en muchas de las situaciones. Sin embargo, había diferencias muy evidentes entre ambos Jokers.

El Joker de Nicholson, por histriónico y chistoso que sea, es un asesino psicótico que carece no ya de escrúpulos sino de cualquier tipo de freno. Su conducta, aunque está encaminada a la de convertirse en el único señor del crimen de Gotham, es caótica, aleatoria y caprichosa. Elimina o somete a los demás líderes del crimen organizado pero sus planes van encaminados a generar el pánico y crear el terror en la ciudad: desde los productos de uso diario con componentes químicos que al combinarse producen el compuesto letal SmileX que reproduce su rictus sonriente hasta el ataque con gas de idénticos efectos en medio de la ciudad. Pero esos planes, carentes de la lógica del enriquecimiento que es intrínsecamente criminal, están interrumpidos por dos obsesiones/caprichos que atienden a su demencia: Batman (agente causal de su estado) ; y Vicki Vale (objeto de sus "afectos"). Ambos personajes hacen que altere sus planes, si bien Batman está empeñado en ello con lógica, cuando, en realidad, podría llevarlos a término si obviase su presencia.
El Joker de Ledger, por otra parte, es mucho más darker and edgier y, sin ninguna duda, es ciertamente un Joker 9/11. Como dicen algunos, es un Joker tremendamente desagradable de ver y que convierte la experiencia en algo de lo que no se puede obtener placer alguno. Sus planes son mucho más resueltos y cuidadosos que los de su homónimo del 89 y se puede argumentar que hasta más inteligentes. Sin embargo... Sin embargo hay algo ahí que hace que chirrie un poco con el modelo del Joker. Es demente, es psicópata, es psicótico pero presenta lo que, en términos de esa escuela de vacuidades que es el departamento de Ciencias del Comportamiento del FBI* lo marca como un asesino en serie organizado, en contraste con el de Nicholson.
Todos esos planes (lo de los Bancos, lo del Alcalde, el hospital, los barcos y la ayudante del fiscal), todo ello hace que su demencia tenga método y que lo tenga más allá de la que siempre fue la lógica interna del Joker: causar caos. Este Joker, como dijo otro, tiene aspiraciones filosóficas/sociológicas, parece que está guiado por el guión para algo más que para generar un antagonista demente que inflija miedo al espectador.

Y así llegamos al punto de fricción, por así decirlo, entre los propósitos de ambas interpretaciones y los resultados: ¿cuál de los dos Jokers es más inquietante?

A mí me cuesta decidirme. Es cierto, Ledger bordó un papel en el que parecía que había caído del lado malo del nido del cuco, por así decirlo, y que hace preguntarse cosas sobre su fallecimiento posterior, pero ¿es suficiente el hecho de que el Joker de Nicholson sea histriónico y chistoso para aliviar el miedo que provoca que sea un asesino de masas que no se sabe dónde ni cuándo ni por qué va a golpear? En la película de Nolan se observa que el Joker mata a miembros del crimen organizado de forma "espectacular" y con toda la frialdad del mundo pero sólo observamos al de Nicholson matar a uno de sus propios hombres y, desde luego, nada dice "mantente lejos de ese tío" como un personaje que se carga a sus propios aliados.
Esta cuestión es discutible pero, aunque a la mayor parte de la gente le haya causado un efecto visual más obvio el rollo siniestro, sucio y "realista" del Joker de Nolan, creo que ambas formas del personaje son tremendamente peligrosas y desasosegantes. A partir de ahí, la cuestión de "gusto", supongo.


*En serio, leerse cualquier perfil psicológico generado por esta gente, en frío, te convence de que, en realidad, podría ser cualquiera. No dan prácticamente nada de información.

3 comentarios:

AkaTsuko dijo...

A falta de ver las películas de Nolan, yo quiero establecer mis preferencias sobre el Joker basándome en la adulterada serie de animación de los 90 y en la de Burton.

Para mí la característica principal del Joker, dejando a parte su "disfraz" o aspecto, es el humor cruel. Ya sea dándose cuenta de que está en peligro, de que ha sido derrotado por Batman, intimidando a un rehén o burlándose de su archienemigo, para mí la clave es que el Joker no deje nunca de hacer bromas y chistes, a cada cuál más intelgente en caso de estar relacionado con su plan, con lo que está sucediendo a su alrededor. La risa despiadada que le sigue a esas situaciones cómicas que él mismo crea me encanta.

Jack Nicholson en el 89 ya estaba empezando a convertirse en un barrigudo, a perder la forma para centrarse en interpretaciones de sofá. Es un joker "lento" en todos sus aspectos.

Ya sea en V.O. o con el magnífico doblaje de Luis Bajo, el Joker de la serie animada de los 90 es digno de disfrutarse, tenga uno la edad que tenga, sea comiquero o no.

Aitor Maiden dijo...

El de Heath Ledger, lo digo sin pestañear. El gran acierto de este Joker, aparte de la sensacional interpretación del australiano, es que Nolan le quita el rollo circense al que estábamos acostumbrados a ver rodeando al personaje.
Es mas real, mas poderoso, mas espectacular, mas ingenioso, mas actual, mas maduro, menos infantil,...

Una de las cosas que me gustan de este Joker es el "¡Zas! En toda la boca" al que somete continuamente al espectador. Esto lo expliqué en un post del año pasado:
http://deux-ex-maquina.blogspot.com/2010/06/joker-tenia-razon-o-como-el-mundo-se-va.html

P.D.: Esto no quiere decir que no me guste el Joker de Nicholson, me parece el mas adecuado para el tono de la película de Burton, y hay multitud de comics en los que aparecen diferentes versiones de este personaje cojonudas, como en "Jeker", "La broma asesina", "El hombre que ríe", "Secretos", ...

Biónica dijo...

Heath Ledger, sin lugar a dudas. La vi hace poco subtitulada, y me pareció el mejor, más siniestro e in cluso magnético.

La organización y premeditación del Joker de Ledger por lo menos a mí personalmente, me da la idea de una psicosis racional (algo paradójico) y sinceramente espanta. Porque así, los flanes siempre salen bien xD