martes, 23 de junio de 2009

The Real McCoy.

Con el tiempo libre que tengo ahora (algo que no me termina de agradar), han ido saliendo a la superficie aspectos de mi verdadera persona que tenía desconectados. Muchas de las cosas que uno querría hacer y para las que no logra sacar tiempo cuando trabaja han ido ganando sitio, entre otras cosas por la reordenación de mis prioridades vitales y una apreciación distinta a la que tenía cuando estaba metido en la dinámica de trabajo del laboratorio. Algo perdido, algo ganado.

Independientemente de que a uno le dé por la fotografía, por estudiar idiomas, por leer sobre ésto o aquello, salvo que alguien tenga más de seta o tarugo de madera que de persona, lo normal es que tenga alguna inquietud personal particular que no suele manifestar hasta que tiene mucho tiempo disponible (en Facebook hay hasta grupos de punto de cruz, a mí con eso me basta). Lo mío es con la fotografía HDR (fotografía digital de alto rango dinámico), lo que no deja de ser contradictorio: mi padre sabe mucho de fotografía porque se formó en la Escuela de Cine (hace años) como técnico de sonido y operador de cámara (tiene hasta su propia entrada en la IMDB, pero no os la voy a enlazar) pero cuando ha intentado concienciarme, su metodología didáctica deja bastante que desear, de ahí que saliese rebotado con el tema y todo lo que he aprendido sobre este arte o técnica sea cosa mía.

El tema de la fotografía HDR es bastante interesante: consiste en emplear varias exposiciones de una misma toma fusionadas mediante un programa apropiado para obtener una imagen de 32 bits con un rango dinámico de luz más amplio que el de una imagen normal. Posteriormente, la imagen de 32 bits puede someterse a un mapeado de tonos para poder corregir las luces y sombras y reproducir la imagen de una forma hiperrealista en la que se atenuan las diferencias y los contrastes excesivos y se capta de forma más parecida a como una imagen es captada por el ojo (y el cerebro) humano.

Imagen original sin modificación de exposición: el desnivel de luz provoca muchos píxeles "quemados" en contraste con las sombras.

Fotografía realizada por HDR después de mapear tonos. El resultado es más parecido a la apreciación original por el ojo humano.

Exposición original sin corrección.

Fotografía procesada. Las nubes han permanecido en movimiento durante la toma de las cinco exposiciones empleadas para componer la imagen y se puede apreciar un cierto rastro.

Imagen sin correcciones.

Fotografía procesada. Apréciese el hiperrealismo de los colores surgido al atenuar luces y sombras mediante el mapeado de tonos.

Llevando la técnica un poco más lejos, se pueden modificar las saturaciones de color y otras propiedades de las imágenes para obtener fotografías impresionistas. Esto molesta a los puristas, como los halos (ligeramente apreciables en la última instantánea) pero convierte esta manipulación en algo más artístico. Desde luego más interesante que las fotografías que han puesto de moda con las cámaras soviéticas con ojo de pez y toda esa historia de la Lomography (muy gafapasta, para que nos vamos a engañar).

Esta forma de fotografía tiene un potencial enorme y, aunque no es lo más cómodo del mundo (hay que llevar el trípode a cuestas y cambiar la exposición de la cámara pero se facilita la tarea con cámaras buenas con multiexposición automática), se puede explotar en muchísimos niveles. De momento yo me quedo con el artístico.

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Placer Culpable del Momento: I kissed a Girl de Katy Perry.

5 comentarios:

B dijo...

Vaya fotos!!! Me han encantado, sobre todo el segundo par...menudo artista estás hecho.

Illuminatus dijo...

Debo decir que todavía no tengo cuenta de Flickr (porque soy muy perro) pero acabaré haciéndome una (eso, por otra parte, me salva de que se vean las partes desenfocadas de algunas de las fotos porque no están a tamaño natural).

Estas tres son sólo mis favoritas de unas quince o algo más. La última es la que más me gusta por los colores hiperrealistas en noche y que capta, en cierto modo, lo que yo vi. La primera es la mejor por ser comedida y captar uno de los mejores, si no el mejor, ejemplo de Art-decó de Madrid. La tercera me gusta por ser la primera diurna que he hecho y las líneas y colores vivos.

AkaTsuko dijo...

Leído y visto esto, ahora cuando haga yo mis tonterías con el Agüelo y demás me voy a sentir muy inferior XD.


Me gusta el efecto de "limpieza" en los resultados finales.

Biónica dijo...

Justamente hace unos meses un amigo me descubrió (en parte) los entresijos de la fotografía HDR, y me lo has vuelto a recordar. Yo me he mentalizado de que soy negada para la fotografía, para mi desgracia, disfruto mucho viéndolas, pero parece que mi lado artístico discurre por otros caminos...
Veo que a ti se te da muy bien, y eso con el añadido de haber sido autodidacta, siempre es un punto. Creo que es como mejor se aprenden las cosas en realidad.

Ah y respecto a las cámaras gafapastis, tienes razón... pero son taaaan mooonas xD. Todavía no he hecho la tontería de hacerme con una de esas, para eso ya tengo la de mi pater, una Kodak Retinette IA, a la espera de que la sepa manejar (que puede ser nunca :_(). Poer vamos, que tengo que confesar que las Lomo y las ¿Holga? son uno de mis tantos placeres culpables xD.

Un saludo Illu, qué largo me ha quedado esto. Que aproveche el tiempo libre! :)

Evil Preacher dijo...

Me han gustado mucho las fotos, en particular la del Círculo de Bellas Artes; el motivo art-deco es de los más sugerente con esta técnia fotográfica de la que, como sabes, no tenía más que una idea de lo más vaga hasta ahora.