domingo, 13 de noviembre de 2011

Essen 2011.

Hace unas cuatro semanas, entre el 20 y el 24 de Octubre, estuve con dos amigos, Nyita y su onvre, en Essen, Renania-Palatinado, Alemania, con ocasión de la Essen Spiel 2011, la mayor y más importante feria de juegos de mesa de Europa y probablemente la más influyente a nivel mundial. En la feria de Essen, las editoriales de juegos alemanas y europeas, sobre todo, lanzan novedades y reediciones convirtiendo el evento en un lugar de encuentro para que se examinen diseños venidos de otros países y para negociar derechos de las traducciones extranjeras de esas novedades alemanas, además de que autores autoproducidos o editoriales pequeñas puedan vender sus diseños a otras editoriales más grandes que puedan darles un mercado más amplio.

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Zona de Lego games.

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Espacio de Amigo Spiele. ¡Vaya, si son gente normal y corriente!:P

Sin embargo, aparte de su lado más profesional, la feria es un evento que atrae una cantidad enorme de turistas jugones de todo el mundo para comprar juegos de mesa de todo tipo (y también otros juguetes, modelos teledirigidos, ropa, piezas de armadura y armas para LARPing, entre otras muchas cosas). Muchos podéis pensar que es una "reunión de frikis" peeeeero... eso es ignorar la relación de los alemanes con este hobby. La mayoría de las personas que pasan por la feria son alemanes y, más concretamente, familias alemanas. Es también cierto que la mayoría de los juegos son eurogames, juegos familiares y poco temáticos, que normalmente quedan reservados a dos de los nueve (enormes) pabellones de la feria.

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Espacio de Queen Games. Más gente normal y corriente. Vaya sorpresa.

Essen es una ciudad de la cuenca del Ruhr, es decir: una ciudad que se asienta en una cuenca minera en la que en los dos últimos siglos estaba concentrada la mayor parte de la industria pesada de Alemania y que se separa de las otras ciudades de su entorno (Duisburgo, Bochum, Düsseldorf) por una limitación municipal que no es evidente en la realidad. Aparte de los pabellones de convenciones para ferias, no hay nada de interés (y después de los bombardeos de la SGM es muy probablemente que si lo había se perdiese). En ese sentido, la organización de diferentes ferias (si no era la feria de juegos era la del neumático o la del coche de segunda mano o la de las bodas) es una forma de llevar gente y tener un cierto ingreso comercial.

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Uno de los encantos de Essen: parte superviviente del complejo Krupps reconvertido.
La resistencia es fútil, claro.
Como podéis imaginar, la única actividad que realizamos allí, en la práctica, fue acudir a la Feria, examinar las novedades, jugar algunas de ellas y, sobre todo, rebuscar entre las estanterías de los diferentes stands para llevarnos cosas. Me alegra decir que me mantuve dentro del presupuesto y que, además de cumplir objetivos (un juego o dos que tenía en mente), me traje alguna sorpresa (ese Catán edición Aniversario por 25 euros menos que aquí) bastante agradable y también algunos regalitos para gente de por aquí.

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El botín de Essen.

La impresión general de la feria, ya digo, es la que uno acaba teniendo en los salones del cómic y ese tipo de eventos: uno ve una y otra vez las mismas cosas en diferentes stands, con variaciones mínimas de coste las más de las veces. Una vez sabido esto, sin embargo, es el momento de explorar con cuidado, ver qué novedades están mejor o peor, tomarse el tiempo para sentarse en alguna demo y, sobre todo, pasarlo lo mejor posible. De hecho, lo que más aprecié de la experiencia fue el ir con amigos, conocer a amigos suyos allí que me cayeron bien y sobre todo que la experiencia compartida funcionase como unas minivacaciones de verdad.

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Los puestos de cosas de LARPing. Eso si era para los raros.
O los excéntricos, más bien: era una mierda realmente cara. :P
Bien es verdad que si hubo algo que no he visto por aquí, por lo menos no con el mismo estilo, con lo que me lo pasé realmente en grande, a pesar de que reconozco que fue tremendamente peligroso: la subasta de wargames. Udo Grebe, diseñador de juegos y fundador de Udo Grebe Gamedesign, realizó una subasta de juegos todos los días de la Feria sobre la una de la tarde. Vestido de rey de Asiria, sacaba ofertas diversas, algunas mejores, otras peores, parte de cuyo precio final de venta iría a parar a beneficencia. Me llevé un par de cosas de la subasta, quedándome muy satisfecho (sé que aquí las habría conseguido mucho más caras, aunque no estoy seguro de si en la feria podría haberlas encontrado por algo menos y me calenté demasiado en la pelea por ellas XD ).

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Udo Grebe, caracterizado como rey de Asiria, sigue las pujas con ritmo vivo.

Una de las mejores cosas del viaje fue las noches en el hotel y el compartir el espacio del salón con toda la gente que estaba alojada allí llegada de todas partes de Europa (y algunos de EEUU) dedicándose a jugar las cosas que se habían traído de la Feria. Bien es cierto que no eran unas jornadas dedicadas exclusivamente a ello y que me quedé con ganas de más, sobre todo por poder jugar con más gente distinta y poder probar más juegos pero fue una experiencia realmente estupenda en ese sentido. Además, como en el hotel no se servían comidas ni cenas, tenían una especie de acuerdo con uno de los sitios de comida rápida de alrededor y sólo teníamos que hacerles un encargo y ya ellos pedían por nosotros y todo.

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Noche del sábado en el salón del Hotel. Y así los tres primeros días.
Quizás la cosa más importante de este viaje ha sido comprobar la diferencia tan fundamental entre la consideración de este hobby en Alemania y España. Los tercos y zombificados prejuicios sobre el público al que se destinan los juegos de mesa y su supuesta simplicidad (sólo parece que puedan ser para niños y/o matrimonios vegetativos) se vienen abajo cuando compruebas la variedad de gente que acude a la feria y la actitud con la que van allí. Las familias que acuden a la feria no lo hacen con los padres arrastrados por los niños con la actitud reticente o aún de disgusto que suele ser general en las jugueterías nacionales. Allí los padres participan y aún instigan a los niños en la inmersión en el hobby.

La diferencia de respetabilidad del hobby entre Alemania y España me vino otra vez a la mente hace unos días cuando leí esta entrada del blog de Eulez. No me cabe duda alguna de que los prejuicios a los que me refiero están enlazados con esa maldita concepción nacional-católica de la vida y las actitudes que han sido transmitidas por los miembros de ciertas generaciones de nuestro país. Esencialmente, hay una incapacidad para divertirse que iguala ser serio y responsable con no divertirse si no es con ciertas "excusas" o actividades "socialmente bien vistas", no vaya a ser que llegue el "qué dirán".

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Bola Extra: ¡dados!

Sinceramente, viajar abre la mente de forma increíble: ayuda a darse cuenta de la mierda mezquina que le rodea a uno.

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La colección completa de las fotos (algunas no muy buenas y, luego, por consideración personal, menos de las que habría querido hacer), por aquí.

4 comentarios:

eulez dijo...

Es que una de las cosas que más llaman la atención en las Europas es lo normal que se lo toman ciertas cosas. Es más, precisamente por los prejuicios de los que se habla aquí: allí el fútbol se trata como un pasatiempo/afición más. Mientras que en nuestro país hablar del "deporte rey" es ofensivo (!) para muchas personas, en Alemania pueden verse a los mismos que van tan tranquilamente a jugar a una feria de juegos de mesa ponerse una bufanda de su equipo e ir al estadio a animar junto con su familia y amigos.

Nuestra sociedad está demasiado polarizada y sectarizada. O eres de los míos o eres de los otros. Y en eso se incluye cualquier chorrada, como pueden ser los juegos de mesa o el fútbol.

José Viruete dijo...

Estupendo reportaje, mucha envidia! ¿Cuál era el juego que lo petaba este año?

Illuminatus dijo...

Pues Jose, curiosamente, éste año no ha habido ningún juego que brillase sobre todos los demás como otros años (el año pasado el 7 Wonders, por ejemplo). Se tenía esperanzas en el que sacaba Queen del mismo autor del Dominion, el Kingdom Builder se llamaba, pero no aportaba nada nuevo.

Tenía mucho hype el Panic Station, que parecía que se iba a acabar el primer día y tal pero no fue para tanto. El juego en sí es una especie de Resistencia (traidores ocultos) con juego de habitaciones y tal. No está mal pero tampoco es nada del otro jueves.

El que probé y era bastante caro era el Eclipse, que es jodídamente ingenioso: un juego de imperios espaciales que combina mecánicas de ameritrash (en el mapa de la galaxia) y de euro (en las planchas de los jugadores). A alguien que no tenga el Twilight Imperium 3 y que no acabe de dejarse llevar por el rollo 6+ horas, se lo recomendaría.

Luego, naturalmente, mucho euro pero más de uno era un muevecubos sin alma. El que concibo que pueda entrar en mi colección puede ser el Nightfall, un juego de deckbuilding a lo dominion que tiene unas mecánicas interesantes, aparentemente.

Anónimo dijo...

Menuda envidia, a ver si algún año me puedo unir. Me ha gustado ver las fotos.