domingo, 31 de julio de 2011

30 Días.

El lunes pasado, día 26, hizo un mes que murió mi abuela. Por aquello de ser un hombre a veces uno pretende aparentar que no le ha afectado, que lo ha superado y que, aunque le ha dolido, ya no es importante, lo ha superado.

Mentira.

Mi abuela fue una persona importantísima para mí. Formó parte de mi vida hasta que el Alzheimer comenzó a devorarla y me atrincheré en la distancia y en mi carrera como pretextos para no verla y no hundirme viendo como la enfermedad la borraba y dejaba de ella sólo un cascarón en el que alguien a quien quería, que contribuyó a educarme como persona y a demostrarme lo que era ser una Señora (con mayúscula justificada) se perdía sin que pudiera hacer nada.

Aparte de la culpabilidad, de los siete años de culpabilidad y de evasión, escogí la salida fácil pero el vacío se quedó dentro y es obvio y evidente.

Mi abuela murió con 93 años, después de sacar adelante a una familia con nueve hijos en la que mi abuela, por ser suboficial de la armada, estaba cambiando de destino cada cierto tiempo. Tuvo que malvender las tierras y propiedades de la familia para poder sostener a mi madre y sus hermanos y, a pesar de todo, jamás perdió ni un ápice de la educación y el señorío que le dieron sus padres. Era una mujer inteligente, educada y cortés, hasta con quienes no se lo merecían. Si hubiera sido mala persona, habría sido la definición viviente de "taimada" pero no lo era. Fui el único de sus nietos varón y sólo perdió una vez su paciencia conmigo y porque yo fui especialmente tocacojones, así que ella no tuvo culpa.

Veo signos, quizás cosas triviales, en la conducta de mi madre, olvidos, despistes y quiero pensar que no le pasará a ella pero mi pesimismo no me deja. Existe la posibilidad, real, de que ella haya heredado los genes precisos y malditos, que a ella le ocurra, que sufra el mal de Alzheimer.

Veo en la prensa, en twitter, en los medios, los planes del partido con más posibilidades de gobernar en el futuro y se me hiela la sangre ante la desprotección social, ante los recortes, la vulnerabilidad de las personas frente a unas medidas que sólo beneficiarán a los pocos que ya tienen más que de sobra y que nada harán por las clases medias ni por los que menos tienen.

Me veo a mí, a mi carrera profesional, a mi hartazgo, a mi falta de contrato, de garantías sociales, de cotización y pienso en si tendría los recursos para afrontar que mi madre sufriese esa enfermedad infame y me quedo helado de miedo.

2 comentarios:

_Xisca_ dijo...

Ojalá no estuviese tan de acuerdísimo contigo en lo del partido que va a gobernar, aunque dos cosas: no olvides que también existe la posibilidad de que no lo haya heredado y además la posibilidad de que los errores que cometa este partido puedan ser enmendados en un futuro.

De momento, son todo posibilidades.

Condesadedia dijo...

Una compañera de trabajo me contó cómo funciona la Ley de Dependencia, aquí en mi santa comunidad autónoma, gobernada por el partido que si nada lo remedia nos va a gobernar a todos a partir de noviembre.

La Generalitat le dio la concesión de prestar los servicios asistenciales a una empresa privada (qué raro...) Cuando la Generalitat te reconoce que sí, que tu anciano pariente es dependiente, los de la empresa te llaman y más o menos te dicen que ellos te van a enviar al cuidador y eso, pero que antes tienes que pagarles y luego ya te las entenderás con la Generalitat para recuperar tu dinero.

Sí, hay para tener miedo.

Me he sentido bastante identificada con lo que sentías por tu abuela, la mía murió hace dos años en circunstancias parecidas (bueno, creo que ella no tenía Alzheimer, porque me reconoció hasta el final, pero alguna clase de demencia sí que tenía) y también me siento culpable por no haber estado más con ella, pero es muy duro eso de ver desmoronarse a una persona. A veces me preguntaba si no hubiera sido mejor hacer por ella lo que cualquiera haría sin dudar por su perro.

Por cierto, un tema menos serio: el lunes que viene vuelvo a abrir los comentarios, que un blog sin eso es muy aburrido. Solo pido que si aparece el trollcito nadie le conteste, al chico le hace ilusión que le publiquen los comentarios, no dijo nada de que le contestasen además...