jueves, 4 de noviembre de 2010

El Último Hombre Justo (o casi).

"Cuando doy comida a un pobre, me llaman santo. Cuando pregunto porque un pobre no tiene comida, me llaman comunista."
-Dom Hélder Câmara-

El viernes pasado falleció Marcelino Camacho. Hoy sábado, cuando estoy escribiendo estas palabras, vi por la tarde en CNN+ el informe de los actos de homenaje después de que el cuerpo abandonase la capilla ardiente en la sede de Comisiones Obreras y me llenó de tristeza. Intenté contener las lágrimas pero no pude. Marcelino ya estaba mayor y enfermo pero no por esperar algo inevitable duele menos.

Le conocí en persona hace ya trece o catorce años, en una cena de homenaje que le dio el partido. Ya se le notaba la edad pero aún tenía un vigor especial que notabas cuando le mirabas a los ojos. Su trayectoria vital queda para las biografías pero su dimensión humana sólo se puede abarcar hablando con los que le conocieron y escuchándole a él. Siento que algo dentro de mí se parte en dos cada vez que veo el vídeo, cada vez que le escucho hablar de Justicia Social, de Libertad y de Igualdad (porque cuando esas palabras salían de su boca salían con mayúscula) y pensando que ya no tendremos ese referente.

En estos días, cuando estamos a vueltas con la crisis económica, el paro, la reforma laboral y todos esos productos de la codicia y la estupidez de los grandes manipuladores económicos, pagando la factura de la ambición desmesurada de unos cuantos, duele especialmente más la pérdida de alguien que llevaba dentro los principios, y aún virtudes, opuestas a todo lo que nos ha traído hasta esta depresión económica (porque es lo que es, al fin y al cabo, no ya por sus efectos sobre la economía doméstica de millones de familias sino por las consecuencias a nivel psicológico). Duele perder a alguien que, siendo un hombre corriente en circunstancias extraordinarias, tuvo el valor de elegir su lucha y se convirtió en un ejemplo.

Se nos ha ido un símbolo que nunca pidió serlo. Mucho han de cambiar las cosas para que alguien llegue a dar su talla: "Si uno cae, sevuelve a levantar y sigue adelante." Ave atque vale.


4 comentarios:

Biónica dijo...

Jo, me he emocionado. Y siempre me acuerdo del mismo borrador cuando leo un post como el tuyo.

Gran hombre, mejor persona. Por desgracia, ahora lo llaman utopía :(

Evil Preacher dijo...

Gracias: es el mejor obituario que he leído de Marcelino Camacho.

Barbijaputa dijo...

Jo Illu... si eres un cacho de pan rojo como tú sólo.

Eres de los pocos que aprecio en este mundo virtual desvirtualizado. Tú y la arriba firmante, por cierto.

Illuminatus dijo...

Calla, Barbi, que vas a arruinar mi (mala) reputación. Vas a tener que preguntarle a Bich para que te cuente todo lo mala persona que soy.